Wednesday, January 03, 2007

RAMIRO

Ramiro levanta una pierna. No la puede bajar. Está completamente trabada. La rodilla a la altura del estómago. Cerca está pasando un oficial de la ley. Levanta un brazo para pedirle ayuda. Ya no puede bajarlo. El policía no entiende. Después de 12 minutos arriesga una teoría que involucra tierra de cementerio y dos clavos de ataúd. A Ramiro le pica la mano. Levanta el otro brazo para rascarse. Ya no lo puede bajar. El policía pasa en limpio su teoría, y la expone corregida y aumentada. Ramiro baja la cabeza, o se la baja la fuerza de la resignación. Ya no podrá levantarla. Se ha reunido alrededor de ellos un grupo de gente. El policía predica su teoría. Ha añadido algo sobre un dios y una recompensa a los buenos actos. Ramiro intenta ver las caras que se mezclan en la multitud exaltada. Levanta los ojos, y ya no puede bajarlos. No ve casi nada. La multitud va entrando en ebullición. Ramiro levanta la otra pierna. Levita irremediablemente. La multitud enloquece definitivamente. Lo empujan, lo dan vuelta. Ya no podrá volver a la posición anterior. Llegan dos policías mas, superiores jerárquicos. El policía expone su teoría. Los otros dos se arrodillan, y las jerarquías quedan suspendidas, doblegadas por el milagro. Lo llevan a la comisaría. Los presos se convierten casi al instante. También un par de denunciantes, y una empleada administrativa. Le reservan la mejor celda, y lo dejan ahí, flotando.
La comisaría mantiene una apariencia de normalidad. Pero cada ciudadano que pisa la entrada, ya sea para denunciar un homicidio o la perdida de un documento lavado junto con un pantalón o una camisa, es conducido a la celda III. La conversión es instantánea. La secta va creciendo. Son unos pocos cientos, pero saben que pronto la nueva fe dominará el mundo. El policía original pasa sus días en la oficina del fondo. Ramiro escucha desde su celda el ruido de las teclas de Remington verde que redactan el Libro Sagrado. Es que la Palabra no puede manifestarse de otra forma. La lengua de Ramiro quedó pegada al paladar, y nunca recobrará el movimiento.

2 comments:

Anonymous said...

que enfermo de mierda... es genial.

PRODUCCIONES DEL GOLFO said...

Anduvo leyendo muchos cuentos chinos amici?. Asisití al momento de la creación....