Wednesday, February 07, 2007

EL ENEMIGO


El General despliega sus fuerzas. Metódicamente va repartiendo hombres en todas las habitaciones del cuartel. Generosamente. Sabe que le sobran. Afuera, una guardia sólida. Varios patrullando el camino, con ordenes de disparar antes de preguntar. En los pueblos aledaños, cuatro o cinco soldados en cada esquina, y treinta en cada edificio público. Algunos en los patios. Varios en las montañas, separados en células cuidadosamente diseñadas. Reforzados los ríos y otros puntos estratégicos. Bien pobladas las fronteras. Impenetrables. No se puede entrar ni salir. Mas allá de la frontera, mas tropas desplegadas. Los países limítrofes, cubiertos de soldados. Los limítrofes de los limítrofes, apenas menos cubiertos. La proporción desciende a medida que se aleja del cuartel, pero a un ritmo tranquilo, casi insensible. En 20 minutos todas las tropas están apostadas. Tiemblan ansiosos los tanques. Los aviones sobrevuelan. Los francotiradores observan. El hormigueo verde no se detiene. Cubren el mundo. Buscan, buscan. No encuentran al enemigo.